miércoles, 26 de octubre de 2011

Para cambiar tenemos que comunicarnos en forma distinta...

Cuando escribo estas líneas sobre comunicación...quiero por su intermedio plantear una reflexión, en principio, sobre la forma de comunicarnos hoy, y si esa forma es la adecuada para lograr que otra u otras personas "reciban", "interpreten" y "sientan" lo que deseabamos comunicar.
Por eso debo aclarar que gesticular, hablar, escribir, chatear, enviar un mail, un mensaje de texto, etc. son "medios", "signos" y "significados" que tenemos para "expresar" algo...pero esa "expresión" puede no ser completa en sí misma para "comunicar" lo que deseabamos "comunicar".
Otras veces, directamente el proceso de comunicación que establecemos, lo que decimos o expresamos corporalmente no tiene nada que ver con lo que realmente pensamos o sentimos.
¿Cuántas veces sentimos la necesidad de hablar con un familiar cercano o un amigo, simplemente porque nos interesa saber que esta bien, que sienta que lo queremos y nos preocupamos y sin embargo la conversación que establecemos es banal o nunca expresamos abiertamente nuestra preocupación o sentimiento?
¿Cuántas veces no estamos de acuerdo con algo que otro dice y cuando nos preguntan asentimos en lugar de expresar nuestras diferencias o para pedir un tiempo para reflexionar?
La comunicación, es a mi entender, el más complejo de los proceso humanos.
Podemos explicar a la "realidad social" como el emergente de las interrelaciones humanas y cómo cada uno "establece" esas "interrelaciones" .
A su vez esas "interrelaciones" surgen a partir de la comunicación de cómo cada uno se ubica en relación al otro y si el otro acepta o no esa posición y sus implicancias.
Entonces se puede decir que existe una relación casi directa entre la modificación de la realidad, y cómo comunicamos lo que estamos pensando o sintiendo, y si lo hacemos en forma adecuada y completa para que deje en el otro la "impresión interna" que la comunicación debería producir, sino es una mera "transmisión de datos" y esto último no asegura el entendimiento que la comunicación debería posibilitar.
Para mejorar la construcción individual y social deberíamos "comunicar" lo que pensamos y sentimos así como detenernos a asegurar que el "otro" haya interpretado lo que era nuestra intención que interprete y sienta.

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