domingo, 12 de febrero de 2012

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Hace muchos años la humanidad viene construyendo su derrotero en torno de ciertos conceptos. Los cuales expresan ciertos valores y una lógica inherente a un sistema de pensamiento o ideo-logía.
Así, en ciertas culturas surgen los pares dialógicos (conceptos que sin la existencia del contrario no tendrían sentido) por ejemplo ; el "bien" y el "mal"; el "ying" y el "yang"; "dar" y "recibir" ; "blanco" y "negro".
Cada par dialógico expresa, desde sí, una concepción distinta de lo "contrario"; así el "bien" es lo correcto y debería tener preminencia sobre el "mal" en la tradición judeo-cristiana; en cambio en la tradición oriental china los opuestos "ying" y"yang" son contrarios "relativos", son complementarios y es el "equilibrio" lo que se debe hallar y no la preminencia de uno sobre el otro.
En la tradición hindú, el "dar" y "recibir" es parte de la rueda de la vida y, simplificando, es lo se "dá" lo que promueve qué se "recibe".
Veo en estos pares dialógicos una cierta sabiduría en evolución, y , dado el proceso de cambio en el que nos encontramos como humanidad, me parece el momento de invitarlos a reflexionar sobre el "todo", sobre el "holón" y, si logramos entendernos dentro de ese "holón", tal vez sea el momento de sintetizar, y superar el pensamiento dialéctico, hacia otra visión superadora, aquella en el que el concepto de base sea COMPARTIR.