Ilusión y realidad

La percepción relaciona nuestros sentidos con el mundo exterior.
La percepción de ese mundo es sólo su espejo, no el mundo exterior tal cual es.
El mundo exterior se manifiesta en nosotros como condicionante externo,  pero sólo es nuestra percepción de él lo que nos condiciona.
Es posible superar las limitaciones de la percepción que nos condiciona, entonces, entendiendo por qué "percibimos esa realidad, de esa forma" y no de "otra forma".
El entendimiento, nos permite comprender,  la comprensión, nos abre la puerta de la superación de la percepción condicionante.
Sin embargo, aún con la comprensión, pordríamos no animarnos a liberarnos de dicha percepción condicionante: el miedo es el gran creador de la mayoría de las limitaciones, el miedo sólo es superable con amor.
Sentirse ser humano, sentirse parte de la energía del amor universal que ha posibilitado el desarrollo armónico de esta existencia, asociarse a ese todo sin dudas, amar y dejarse amar.
Donde existe amor, desaparece el miedo, donde desparece el miedo comienza la liberación del SER y  la percepción de nuestra realidad asociativa.
Es el bien personal nuestro destino, servir al bien común desde nuestro ser singular y amoroso. 
Así sea.